La pandemia de la Covid-19: ¿una revolución del aire interior?

Sin transmisión no hay pandemia

Más de 300 millones de contagiados y 5 millones de muertes. Los datos hablan por sí solos. La Covid-19 no se para y continúa haciendo estragos, ahora con la variante Omicron, en todo el mundo. Los niveles de vacunación a escala mundial no han estado uniformes ni con la velocidad esperada y, en consecuencia, la eliminación del virus está siendo más difícil del que se preveía inicialmente. Ante este contexto es inevitable preguntarse: ¿Qué se podría haber hecho para evitar la transmisión entendiendo que sin transmisión no hay pandemia?

Para dar respuesta a esta pregunta, Aire Limpio, empresa especializada en calidad ambiental de interiores, ha elaborado un informe en que se evidencia, a través de varios estudios de ingeniería sobre enfermedades infecciosas, la importancia de la calidad del aire interior como herramienta para reducir al máximo la transmisión del virus. A continuación os detallamos las principales conclusiones.

La transmisión aérea, un factor determinante

Todo y las dudas iniciales, finalmente, tanto la OMS como el CDC americano (Center for Disease Control) han aceptado que el vector aéreo es el predominante de la pandemia. Con esta afirmación se pone el foco, de manera muy clara, en la importancia de la ventilación y la purificación o filtración del aire interior. En este sentido, durante los últimos meses se han realizado muchos estudios de ingeniería sobre las enfermedades infecciosas con análisis mecánicos para entender mucho mejor las dinámicas de las pandemias en los edificios. Unos estudios que han permitido extraer unas conclusiones muy significativas.

La gran mayoría de los contagios se han producido a muy corta distancia y en espacios interiores

De acuerdo con la reciente editorial "Indoor Air" (publicación que recoge las principales conclusiones de todos los estudios elaborados), las principales conclusiones son las siguientes:

La capacidad de la ventilación para diluir contaminantes

Una vez demostrada que la tasa de contagios se origina mayoritariamente en interiores se llega a una de las conclusiones más importantes de la pandemia: la ventilación es el mejor recurso para diluir contaminantes. De hecho, está demostrado que una persona respirando en un estado de calma puede emitir su flujo hasta 1 metro de distancia. Este flujo de un metro, cuando llega a la calle (donde el aire normalmente está libre de virus), es prácticamente insignificante, puesto que el virus está diluido. Esta situación, en espacios interiores, es totalmente la contraría.

La importancia de la calidad del aire interior

Se ha demostrado que en cualquier entorno interior que esté muy ventilado y con el aire tratado correctamente, la concentración del virus en el aire se asimila al del ambiente exterior. Por lo tanto, en aquellos interiores donde haya una buena calidad del aire, las posibilidades de contagio pueden ser tan bajas como las que encontramos en la calle. El motivo es bien simple: en los edificios equipados con sistemas de ventilación las posibilidades de infección a corta distancia (short-*range inhalation) disminuyen drásticamente, así como la diseminación por todo el edificio, reduciendo también la transmisión a larga distancia (long range -inhalation).

A pesar de que todavía hay mucho camino para recorrer porque las actuales teorías de Salud Pública tengan más en cuenta el poder de la ventilación, el cierto es que las conclusiones actuales son muy claras en este sentido: una suficiente ventilación con un adecuado sistema de filtraje de aire en los edificios reduce los índices de infección a niveles similares a los del aire libre, es decir muy bajos.

En Cairó somos plenamente conscientes de la importancia de aplicar mecanismos de ventilación en los espacios interiores para reducir al máximo el riesgo de contagio y, por eso, trabajamos en exclusiva en Andorra con Aire Limpio, distribuyendo sus productos en todo el país. Para mayor información, contacta con nosotros y te asesoraremos de forma personalizada.